El colegio San Vicente de Paúl me propuso realizar una pintura mural de casi 80 metros cuadrados en el recreo. Un "generoso" tamaño para crear, para disfrutar, para soñar, para expresarse... La intención era darle color y un aspecto más decorativo a la zona donde los niños juegan y hacen deporte. Así que nos reunimos para decidir cuál sería el estilo, gama cromática, el alcance.... Resolvimos que sería una explosión de colores, que acentuaríamos formas ayudándonos de fuertes contrastes y que mezclaríamos colores cálidos con fríos, diversidad de tonos, incluso blancos....¿límite? no pusimos ninguno. De eso trata el arte abstracto, de usar un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición.
Los niños, curiosos y espontáneos espectadores, mientras pintaba me proponían colores y me hacían partícipe de sus interpretaciones: "eso parece una ola, tendrías que pintarlo en azul" Y los no tan niños se animaron a la ejecución del mural ayudándome a pintar. Realmente ha sido un placer, un trabajo artístico en un entorno de cariño y dulzura. Gracias a todos.
En breve será la jornada de puertas abiertas, venid a verlo si os apetece.
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