Si se trata de plasmar optimismo y ganas de sobrellevar cualquier eventualidad con buen ánimo, qué mejor forma de hacerlo que pintando un mural alegre y risueño.
La habitación es la de Vera, que nacerá en tan sólo dos semanitas. Los padres de la niña querían tres cosillas: uno o varios árboles, una protagonista femenina y por último, que en algún lugar apareciera el nombre de la chiquitina. Sonia y yo, propusimos pintar una bonita rama en horizontal. El hecho de no ser un tronco vertical, lo hace más etéreo; y si además lo combinamos con una niña que se columpia, no sólo es etéreo, también aéreo (bonita rima, ja ja).
Yo diría que pocos murales nos han parecido tan fáciles de pintar. A la mamá de Vera le gustan los tonos ocre y siena tostada, nuestros preferidos. Pues manos a la obra, colores aguados y tenues, pinceladas sueltas que magníficamente consiguen la textura de la corteza del árbol y sobre todo, una gran sonrisa para Vera.
Para completar el mural hicimos otra rama en la pared opuesta, unos pajarillos y dos mariposas, acompañando un texto muy muy especial. Todo con un aspecto exiguo y ligero.
Espero que os guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario